jueves, 18 de agosto de 2011

Me quiero follar todos mis miedos


Sí. Sí. Así tal cual. Ya sé que suena un poco rudo y malsonante, pero me da igual, de hecho lo voy a repetir para oírmelo otra vez, me quiero follar todos mis miedos. Estoy cansada de intentar echarlos, ponerlos fuera de mi y dejar que influencien mi vida. Si queréis lo puedo poner más fino… quiero que mis miedos me penetren. Sí, a lo mejor suena más razonable, pero en realidad no quiero eso… quiero que suavemente me vayan acariciando, mi miedo al vacío, mi miedo al desencanto, que me vayan quitando la ropa, mi miedo al rechazo,  mi miedo al abandono,  que me besen suavemente, que me vayan dando mordisquitos, seguir sintiendo,  excitarme, besarlos, morderlos, acariciarlos, mi miedo al error, al descontrol, mojarme, gemir,  sentir, moverme y  revolverme. Quizás así pueda abrirme a sentirlos  y aprender a quererlos, poco a poco, desde el cuerpo y hasta el final. Tenerlos dentro y si es posible cualquier día atravesarlos. Sí eso quiero, que me atraviesen y nos fundamos en un éxtasis mutuo. Yo y mis miedos. Todos uno. Pelillos a la mar. La vida es corta y los placeres muchos.
(De hecho el primer miedo que me voy a follar es el de publicar este texto).