domingo, 2 de octubre de 2011

Sueños



A veces soñar nos cuesta… bueno quizás no sea exactamente eso…quizás a  veces nos da miedo ponerle nombre a nuestros sueños, asumir eso que deseamos y correr el riesgo de que nuestros sueños no se cumplan jamás. A veces reconocer nuestros sueños es reconocer nuestras frustraciones y preferimos anular los sueños para congelar lo demás. Reconocernos en nuestros deseos más íntimos es un acto de valientes  que lleva consigo cierta  cura de humildad. Yo tengo amigos humildes y valientes, amigos que me enseñan cada día de lo grande y lo sutil de la vida, que se comparten con generosidad y no tienen miedo a perderse. Luis Rojas es uno de esos, de esos valientes,  generosos y  llenos de amor. A él no le da miedo ponerle cara a uno de sus sueños y desde el corazón escribió este texto maravillo que yo me permito compartir con vosotros.
un sueño, una vida, más vidas, todo lo puede un sueño. Mi sueño es amar, construir un "te quiero" con un "te amo" acompañado de un "estamos enamorados", un sinfín de cariño, una apuesta de "vida", una sinfonía de convivencia, soñar no cuesta nada, eso dicen... yo creo que sí cuesta, que soñar implica "implicarse", vivir ese sueño, ser parte de él, desearlo y conseguirlo.
Luis, yo también comparto tu sueño, quizás por eso me tocó profundo. Sueño con permitirme de nuevo sentirme amada. Amada, cuidada y deseada. Sueño con entregarme al amor sin reservas, morir al amor, por amor y para el amor.