El día de las madres es claramente un día necesario, precioso
y lleno de reconocimiento y gratitud hacia el amor incondicional de una madre, un
día en el que se celebra y reconoce esa labor infinita y amorosa sin la cual la
vida simplemente no existiría, no hay nada más grande, si lo pensamos bien y
más necesario de homenaje y gratitud. Ayer yo me sentía feliz por mi madre y mi
hermana, que también ha sido madre recientemente, pero tenía algo dentro que me
situaba en un plano muy vulnerable. Me sobrevino poco a poco, así sin darme
mucha cuenta, yo no tengo hijos, y me siento bien con esa idea, es decir, me
reconozco como mujer que puede tener una vida plena y creativa sin pasar por la
maternidad. No he tenido hijos, pero he vivido dos abortos, ambos embarazos no fueron
planificados, pero sí bien recibidos y ninguno de los dos pasó de la sexta
semana, aunque en el primer caso no me enteré hasta la pasados los dos meses. En
ambos casos me ha tocado elaborar un duelo, el duelo de lo que pudo ser y no
fue, el duelo de romper con las expectativas, el duelo de sentirte embarazada y
con las mismas dejar de estarlo. Yo no tengo problemas con no ser madre, pero
todavía me sigue entristeciendo sentir que algo con vida dejó de tenerla dentro
de mí. Ayer celebré el día de las madres pero algo en mi interior se puso de
luto, mi cuerpo se puso blandito y vulnerable y lo peor es que yo no me di ni cuenta. Ayer
me pasé el día felicitando a otras madres y yo no me hice ni caso. Nadie lo
hizo. Normal, al final no soy madre. No pertenezco a ese grupo. Y en realidad
tampoco ansío serlo. Es raro todo. Mi cuerpo siente cosas que la mente no llega,
al final el cuerpo es el más listo y me habla de reconocer a esas mujeres que
sí han estado alguna vez embarazadas. ¿A ese grupo dónde le colocamos? ¿Dónde le
damos el espacio que puedan necesitar? Yo quiero poder brindar por las madres y
por esa parte de mí que fugazmente lo fue. Quiero brindar por los hijos que no
tuve y por todos esos hijos no nacidos pero que se quedaron en alguna parte de nuestros
cuerpos femeninos. Que nos habitaron y se fueron. Que nos enseñaron sobre la
renuncia y la gracia de estar vivos y vivas. ¡Brindemos!
Feliz día para ti también amiga.
ResponderEliminarProfunda reflexión para aquellas q elegimos el otro camino y tuvimos la suerte de conseguirlo fácilmente, y por tanto nunca llegaremos a sentir lo q expresas.
Feliz día para ti también!
Mi madre tuvo una niña pero murió durante el parto. A veces tengo la sensación que está dentro de mí.
ResponderEliminarEnhorabuena por este blog tan cuidado!! Me emocioné leyéndolo...un abrazo para esas mamás fugaces y papas hacéis mucho bien a otras personas 😘😘
ResponderEliminarBrindemos hermana. Qué bonita lectura haces. Un abrazo enorme
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